Gracias Maisu.
La verdad es que de niño me gustaba más desmontar y saber por que se movía el juguete que jugar con él. Parte de mi vida estuve alejado de eso y finalmente descubrí que soy feliz trabajando con las manos.
Y la cabeza, claro. Cuando más satisfecho te quedas es cuando un reto te obliga a "ingeniártelas" haciendo un utensilio ad hoc, una posición difícil de trabajo, improvisar con lo accesible, etc. Hacer lo mismo con las aficiones es un placer.
Me fascina la ingeniería en todas sus aplicaciones, todavía más cuando hablamos de las que aquí nos ocupan y de sus artefactos primitivos, simples, eficaces, sostenibles y algunos de belleza indiscutible.
Me parece asombroso el ingenio y destreza de la mayoría de los miembros del clan en recrear todo esto para deleite de los demás. Por eso estoy aquí. Gracias Clan.
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...entonces, el simio se puso en pié y cogió una roca...