Ahí va algo rápido sobre cómo forrar con cuero las empuñaduras de los arcos.
En primer lugar, las de arco con empuñadura flexible, que suelen ser más anchas que gruesas. Este tipo de empuñadura "plana" resulta incómoda para algunas personas. Otras, sin embargo, tiran con ella sin problema.
La manera más sencilla es, simplemente, enrollar una tira de cuero alrededor del centro del arco, como hace el maestro Ángel de la Llave:

Pero para quien prefiera una empuñadura más redonda y menos plana, o necesite "llenar" el hueco de la mano, lo más sencillo es añadir capas de algún material flexible como corcho o cuero, pegando capas al vientre y quizá al dorso del arco:


Es importante que el material añadido sea flexible, y no rígido (placas de madera, por ejemplo) porque al ser flexible la propia empuñadura, si se añaden placas rígidas, o bien se despegarían al tensar el arco (lo más probable), o se haría rígida la empuñadura, lo que cambiaría el equilibrio del arco.

Una vez pegadas estas capas, se les da forma para que su grosor vaya disminuyendo a medida que se alejan del centro del arco, y se fundan con las palas:

Una vez dada la forma adecuada, se puede enrollar cuero, como en la primera foto, o bien añadir un trozo de cuero cosido, como se muestra a continuación.
Lo primero, es obtener una plantilla del trozo necesario para cubrir la empuñadura, de forma lo más ajustada posible. Para eso, se enrolla con cinta adhesiva la empuñadura:


Luego, se corta a lo largo de la cinta, por la parte del dorso, y se despega la cinta adhesiva:

Se pega sobre un trozo de cuero, y tenemos ya un esbozo de plantilla:

Salvo que el cuero sea muy grueso, conviene hacer un dobladillo en los bordes, y para eso, cortamos como 1 cm más de cuero alrededor de la plantilla:


Este dobladillo sirve, en los bordes superior e inferior, para sujetar mejor la mano siempre en el mismo emplazamiento, y no andar agarrando a veces más arriba y a veces más abajo. En el borde superior, puede servir también como reposaflechas, aunque hay quien tira directamente apoyando la flecha en los nudillos, y hay quien inserta un trozo de cuero o madera en el borde de la empuñadura para que haga de reposaflechas (lo veremos más adelante).
En el borde frontal, el dobladillo sirve para que no se desgarre el cuero al coserlo.
Los dobladillos se pegan con un poco de pegamento para que se mantengan en su sitio mientras se cose.
Si alguien es ya muy manitas con el cuero, se pueden "chiflar", o rebajar en bisel los bordes del cuero para que no haya un pequeño escalón.
Ojo: hay que hacer la plantilla algo más ancha, porque entre el grosor del cuero y los dobladillos, nos puede quedar demasiado estrecha, y los bordes no llegarán a juntarse en medio de la costura.
Es difícil decir cuánto más ancha, porque depende del grosor del cuero y de su elasticidad.
Yo suelo calcular unos 5 mm de más a cada lado, y antes de pegar los dobladillos, presento el cuero sobre la empuñadura del arco, y veo si me sobra cuero.
Si es así, recorto un poco más antes de doblar y pegar los dobladillos.
Si me queda demasiado estrecha... la he liado y hay que hacer otra plantilla más ancha, porque la herramienta de añadir material aún no se ha inventado.
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Para lograr una costura limpia y con buen aspecto, es crucial que las puntadas sean iguales, para lo que hacemos los agujeros equidistantes, usando una regla, o un compás de dos puntas, o una ruleta de marcar y luego perforando con un punzón o lezna. Alternativamente, se puede emplear un "tenedor" de marroquinería, que perfora simultáneamente varios agujeros a la vez, como se ve a la izquierda de la foto:

Después, no hay más que coser el cuero alrededor de la empuñadura, usando algún tipo de costura más o menos decorativa. Yo suelo poner
un poco de pegamento en la parte del vientre del arco para mantener el cuero en su sitio mientras coso. No conviene pegar el resto de la empuñadura, porque a medida que se va cosiendo, se va tensando el cuero para que adopte la forma de la empuñadura (que no es necesariamente de sección oval, o cilíndrica). Si todo el cuero estuviera pegado, no se podría ir adaptando a la forma del mango del arco.

No voy a explicar aquí cómo coser con dos agujas, ni otro tipo de costura... Solamente decir que hay que usar hilo fuerte y algo grueso y apretar bien las puntadas (sin llegar a desgarrar el cuero ¿eh?)
Se puede ver en el arco de la izquierda el inserto que su dueña puso como reposaflechas.
Personalmente, prefiero poner la parte de la carne del cuero hacia fuera (la cara que tiene"pelitos"), porque es menos deslizante y absorbe mejor el sudor, pero hay quien prefiere poner hacia fuera la parte de la flor del cuero (la cara lisa). En mi opinión, con el roce de la mano y el sudor, acaba poniéndose negra y pulida rápidamente, y puede ser resbaladiza, pero como en tantas otras cosas, es cuestión de gustos personales.